El Jueves 30 de Octubre se inauguró «Chinética»
Chinética
El resultado fotográfico pertenece siempre al pasado. Este ensayo intenta reflexionar sobre el diálogo entre el devenir continuo de la vida y la memoria. Aquí no existe el instante decisivo. No se opera quirúrgicamente al tiempo cortándolo en rebanadas perfectas. Son retazos deshilachados de tiempo. No se guarda apretado sino con holgura, para que respire hondo.
En el acto fotográfico coanidan el pasado, el presente y el futuro, por la extensión de la toma, que se mezclan cuando el fotógrafo, con su pulso, almacena en su caja oscura los pedacitos de realidad.
Si el tiempo fuese líquido, este fotógrafo no fue capaz de congelarlo, apenas si logró salpicar algunas gotas de la realidad. Si fuese un espejo del mundo real, es un espejo húmedo, vaporoso.
El resultado carece de toda nitidez. No es registro ni documento, es evocación, más parecida al olvido que a la memoria.
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