Muestra Nicolás Blaiotta

El Viernes 6 de Junio expuso Nicolás Blaiotta.

Reseña de la muestra: MERIDIANO 105º

La humedad me abraza. Una motocicleta me esquiva mientras toca la bocina. El olor penetrante de alguna comida al fuego capta mi atención y mis sentidos. Pero observo lo que sucede. Pongo foco y hago un escrutinio el entorno. Dejo que mi cuerpo se mueva automáticamente, como si danzara por las imprevisibles calles.

Sigo observando. Y, de reojo, noto algo aún más interesante. Siento el impulso de gatillar. El sujeto se acerca hacia mí y, de pronto, el tiempo se convierte en mi mayor enemigo. Si no me doy prisa, nunca volveré a tener esta misma luz, con este mismo personaje en cuadro.

Sin pensar, dejo que el momento se desenlace con el potencial de capturar un reflejo de mí, una mirada y su complicidad. Me invito a disfrutar el instante, aunque aún no haya hecho la foto. El verdadero premio es ese disfrute, y yo ya gané.

Mis movimientos son ágiles e intuitivos. Incluso tengo tiempo de agacharme para evitar ese cartel nada atractivo. La presa, inadvertida, no sabe que está a punto de ser inmortalizada. Hay frescura y espontaneidad. El tiempo corre. Se acerca el instante ad eternum, el punto del no-tiempo, donde no hay retorno ni avance: el instante preciso en que todos los factores, como si estuvieran preestablecidos, convergen en una imagen.

Estoy a punto de plasmar la escena cuando, súbitamente, un nuevo factor —un transeúnte que aparece de improviso— irrumpe en la escena, y la eternidad del instante se pierde para siempre. No importa. Yo ya gané.

Esa foto nunca pudo ser. El momento nunca fue inmortalizado, como ha sucedido tantas otras veces. Pero muchos otros sí lo fueron, y hoy pueden ver el resultado en las obras que hoy expongo.

Las calles de ciudades como Bangkok, Hanoi o Ho Chi Minh (Saigón) están llenas de sorpresas, rincones oscuros y personajes auténticos. La combinación de formas y colores llamativos despertó en mí el juego y la creatividad, y me obligó a adaptarme… o marcharme sin fotos. La humedad abrazadora, los olores intensos de la comida, el ruido del tráfico y el gentío hacen que el impacto sensorial resulte abrumador. La cultura del Sudeste Asiático me desafió a enfrentar y superar no solo mis límites fotográficos, sino también a expandir mis creencias sobre cómo vivir la vida.

Meridiano 105º es el punto medio entre dos meridianos de la Tierra, el 100º y el 110º, extremos por donde transité durante tres meses y de donde nace este conjunto de instantáneas. La curaduría de esta muestra busca mostrar la cultura, sus quehaceres y la cotidianeidad de su gente, y finalmente, invitarles a abrir la mente y el corazón.

Sobre el autor

Nicolás cuenta con mas de 20 años de experiencia en distintas disciplinas dentro de la fotografía. Su mayor formación e influencia fue en el Nuevo Foto Club Argentino (NFCA) donde con el tiempo pasó a ejercer como docente. Durante su paso por el NFCA aprendió a descubrir y cultivar una mirada única y a desarrollarla gracias al aporte de sus profesores y colegas. A lo largo de 20 años ha participado en innumerables concursos internos y ha obtenido reconocimientos en circuitos con patronazgo nacionales e internacionales. A su vez ha sido reconocido en varios concursos privados entre los que se destacan Banco Ciudad, revista National Geographic y CuturaInquieta, siendo sus fotos exhibidas en Buenos Aires, Madrid, Irán y Viena. Mostrar su obra siempre aportó significado a su pasión, habiendo hecho mas de 10 exposiciones individuales y colectivas. Entre las mas destacadas se encuentran “Sub-Terra late”, “El Artista del Tren” y “Analécticas”.

Las disciplinas que mas le apasionan son la fotografía de paisajes naturales, astrofotografía y fotografía urbana. Esta última cobrando más presencia en los últimos años retratando individuos en distintas ciudades del mundo. Nicolas siempre está buscando la combinación precisa entre formas geométricas, sombras y negros profundos, aislando los personajes en entornos que inspiran al observador sensaciones varias tales como soledad, nostalgia e incluso complicidad y humor.